martes, 5 de octubre de 2010

EL HIMEN: MITO

Himen, más allá del mito de la virginidad
Aunque la exhibición de la sábana manchada con sangre sigue siendo una práctica en culturas como la gitana, la prueba del himen intacto como símbolo de virginidad dejó de ser una preocupación para la mayoría de las parejas occidentales. Sin embargo, se sigue usando como sinónimo y prueba de ella, quizá sean resabios de un mito que también se rompe.


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El himen es famoso porque se rompe y sangra durante la primera penetración vaginal. Sin embargo, eso es relativo, porque a veces no se rompe, otras no sangra y en algunas ocasiones suceden ambas cosas sin penetración. La falta de certezas sobre su utilidad y el lugar donde se encuentra debe haber ayudado para elevarlo a la categoría de mito, rodeándolo de atribuciones que no tiene y dotándolo de la llave de una virginidad que no posee. Sepamos qué es el himen.
El himen es una capa delgada de tejido que oculta parcialmente el orificio vaginal y se localiza fuera de la vagina. Su presencia se remonta a la formación fetal, donde no hay apertura de la vagina. La apertura se produce poco antes de nacer, donde esta delgada capa de tejido se abre parcialmente y en cada mujer adquiere características diferentes en cuanto a tamaño, grosor, forma o elasticidad. Incluso en algunas el tejido se divide por completo y en otras esta apertura no ocurre inmediatamente.
El himen es un órgano vascularizado, por eso al desgarrarse, por la causa que sea, produce un sangramiento, pero breve y sin complejidad. El flujo depende de su conformación, que varía en cada mujer, desde un himen espeso, carnoso y casi cerrado a otros más delgados y finos.
Alguna de las teorías sobre su utilidad dicen que el himen sirve de barrera protectora contra las infecciones durante la niñez y que al llegar la adolescencia, la vagina desarrolla su propia flora protectora, por lo tanto el himen pierde parte de su utilidad, haciéndose, con el paso del tiempo, más fino y más susceptible al rompimiento. Una primera apertura es para dar paso a la primera sangre menstrual.
Estas teorías, aunque lógicas, no son una certeza médica. Quizá sea esta carencia de significado biológico la que le fue otorgando un significado simbólico, relacionándolo con la pérdida de la virginidad, la honra y otras cargas valóricas. Es más, se cree que la palabra “himen” proviene del dios griego Himeneos, quien era invocado en las bodas a través de "himnos", de donde provendría el vocablo y su connotación virginal previa al ritual nupcial.
¿Cuándo y cómo se rompe?
Los tejidos de la vulva antes de la pubertad son generalmente muy delgados y delicados. Actividades físicas como montar a caballo, andar en bicicleta, el uso de tampones o la masturbación puede someter a tensión estos tejidos, estirarse, lastimarse y hasta romperse sin, necesariamente, causar dolor o sangramiento. El himen de algunas mujeres se rasga en más de una ocasión. Hay incluso algunos hímenes lo suficientemente elásticos para permitir la entrada de un pene sin romperse o hacerlo sólo parcialmente. Esto normalmente sólo es verdad si la dilatación ocurre primero muy gradualmente con los dedos u otros objetos por un periodo extendido de tiempo.
Sólo alrededor de un 50% de adolescentes y mujeres experimentan sangrado la primera vez que tienen relaciones sexuales. Por lo tanto, la presencia o ausencia del himen de ninguna manera indica el estado virginal de una mujer y la sábanas manchadas con sangre no son un indicador fiable de virginidad.
Una vez roto el himen no desaparece
Una vez roto el himen, ya sea producto de ejercicios, masturbación o penetración, no desaparece, sino que se estira o rompe para permitir la entrada de lo que se esté insertando. Si por ejemplo, una adolescente inserta dos dedos en su vagina mientras se masturba, su himen aún puede rasgarse al tener coito por primera vez, ya que un pene promedio es más grueso que dos dedos. Una mujer que haya tenido sexo vaginal puede tener aún presente tejido del himen; este tejido remanente puede ocasionar dolor durante el coito. Si la pareja de la mujer tiene un pene más grande que sus parejas anteriores, o una pareja prueba una nueva técnica o posición durante el coito, su himen puede volver a rasgarse, o hacerlo por primera vez. Restos de himen pueden estar presentes hasta que una mujer pare vaginalmente.
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